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lunes, 20 de octubre de 2014

¿Crisis del ébola superada?

Parece que estos días todo son buenas noticias respecto al estado de la auxiliar contagiada de ébola. Si todo va bien,  mañana podrá salir de su aislamiento.

Estos días han sido toda una tormenta de información. De momento no ha habido consecuencias políticas. Ni ceses, ni dimisiones. Aquí todo va bien,  la culpa para la enferma y ya está.

A algunos les ha venido bien lo del ébola,  así no se hablaba de otra cosa. Por unos días no ha existido la crisis,  el paro,  la independencia de Cataluña,  etc.

En Cataluña precisamente han habido 10 muertes por legionela de los que apenas se ha hablado.

Artur Mas ha visto como últimamente nadie estaba esperando su última ocurrencia. Dejó su portada de periódico siendo relegado a páginas interiores.

Ahora volveremos a las noticias habituales y en pocos días nadie hablará del ébola a no ser que aparezcan más casos.

Desde aquí le deseo suerte Teresa una pronta recuperación y que no tenga grandes secuelas debido a la enfermedad. Mucho ánimo a ella y su familia.

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sábado, 18 de octubre de 2014

Tarta fría de limón



Hacia tiempo que tenía ganas de hacer una tarta de limón fresquita. Como sigue haciendo calor, a pesar de que estamos en Octubre, me ha apetecido hacerla este fin de semana.

Los ingredientes son:

Para la base:

200 gr de galletas Digestive
80 gr de mantequilla

Para la crema:

120 gr de azúcar 
140 ml de zumo de limón 
500 ml de nata de montar
200 gr de queso crema (tipo Philadelphia)
2 sobres de 6 gr de gelatina neutra en polvo
2 cucharadas de leche condensada

Para el adorno:

1/2 sobre de gelatina de limón
250 ml de agua
30 gr de chocolate negro 

Preparación:

Triturar las galletas con un robot de cocina o con ayuda de un rodillo. Derretir la mantequilla en el microondas. Mezclar las galletas con la mantequilla derretida hasta que queden con textura como de arena húmeda y se puedan compactar. Poner en el fondo del molde y apretar con las manos. Podéis ayudaros de una cuchara para apretar más hasta que la base quede bien compacta. Poner en la nevera mientras se prepara la crema.

El molde que he usado es el de Lékué de 23 cm.

Montar la nata con un poco de azúcar y reservar. Disolver la gelatina en un par de cucharadas del zumo de limón. Dejar reposar hasta que quede esponjosa. 

Calentar el resto del zumo con el resto del azúcar hasta que rompa a hervir y retirar del fuego. Fuera del fuego, cuando ya no hierva, añadir la gelatina y disolverla bien. Dejar templar.

Mientras se enfría, mezclar bien el queso con la nata con movimientos envolventes para que la nata no se baje demasiado. Añadir el zumo de limón con gelatina poco a poco e ir integrando hasta que quede una crema suave. Probar a ver si está a vuestro gusto de dulce. Yo la encontré un poco ácida, así que le eché un par de cucharadas de leche condensada. Le dió un toque buenísimo. Vosotros podéis echarle más azúcar o leche condensada como hice yo. Se trata de que quede a vuestro gusto. 

Verter encima de la base de galletas y llevar a enfriar en la nevera mínimo 4 horas.

Cuando esté cuajada la crema, preparamos el adorno. Preparamos la gelatina de limón siguiendo las instrucciones del fabricante. Echamos encima de la crema con cuidado y dejamos enfriar en la nevera para que cuaje. 

Yo usé medio sobre de gelatina, que era la cantidad para 250 ml de agua. 

Cuando esté cuajada la gelatina, derretimos un poco de chocolate y hacemos unos hilillos por encima para adornarla según nuestro gusto. Como había derretido demasiado chocolate, hice un par de bombones en forma de corazón, que también usé para adornar la tarta.

Aquí podéis poner lo que se os ocurra: rodajas de limón, hojas de menta... Lo que os apetezca. 

Como buena amante del chocolate que soy, es lo que me ha apetecido usar de adorno.

La próxima vez en lugar de gelatina de limón preparada creo que haré algo con zumo de limón, colorante amarillo y gelatina neutra. No me acaba de convencer la gelatina con sabor a limón. 

Ya me contaréis en comentarios si la hacéis y si os ha gustado.


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jueves, 9 de octubre de 2014

Galletas tres chocolates

Siguiendo con mi fiebre de fabricante de galletas y pasteles, hoy os traigo esta receta que es uno de mis últimos experimentos. Digo que es un experimento porque cogí una receta de galletas y empecé a pensar: ¿y si cambió esto por aquello? ¿ y si le añado tal y cual? Y al final... inventé estas galletas.



Las llamo galletas, pero la textura es más bien de un bizcochito. Quedan blanditas, pero como la receta inicial era de galletas, pues las llamo galletas.

En casa les han encantado, sobre todo a mi niño mayor. Creo que es precisamente porque son blanditas y no parecen galletas por lo que le gustan tanto.

Ahí va la receta:

110 gr de mantequilla a temperatura ambiente
100 gr de azúcar moreno
50 gr de azúcar blanco
150 gr de harina
Media cucharadita de levadura química (tipo Royal)
Una pizca de sal
Una cucharada de esencia de vainilla
1 huevo
75 gr de chocolate blanco
75 gr de chocolate con leche
75 gr de chocolate negro

Preparación:

Poner el horno a precalentar a 180 grados para que se caliente mientras preparamos la masa de las galletas.

Derretir el chocolate blanco en el microondas o al baño María y dejar templar un poco. 

Cortar el chocolate con leche y el chocolate negro en pequeños cuadraditos, como si fueran pepitas, mezclando los dos tipos de chocolate, y reservar. 

Mezclar la harina, la sal y la levadura. Tamizar dos veces y reservar.

Batir la mantequilla con los dos tipos de azúcar. Añadir el huevo y mezclar bien. Añadir el chocolate blanco derretido ya templado y mezclar. Añadir la mezcla de harina que teníamos reservada e integrar todo bien. Echar la esencia de vainilla y el chocolate en trozos. 

En una bandeja de horno ponemos un papel vegetal debajo y vamos poniendo porciones de masa con ayuda de dos cucharas. Las hemos de poner algo separadas si queremos tener galletas individuales. Al ponerlas en el horno la masa se aplana y se expande. Yo las he hecho dos veces y las dos veces la masa se ha unido en una plancha y he acabado por cortarla en porciones. 

Hornear a 180 grados con calor arriba y abajo y con el aire puesto durante unos 10 minutos. Si no tenéis aire no pasa nada, quizá necesitéis más tiempo de horneado.

Vigilad las galletas para que no se quemen. Cada horno es distinto y los tiempos pueden variar. Además si las tocáis con la punta de un cuchillo las notaréis blandas siempre. No se quedan duras hasta que no se enfrían, por lo que aunque las notéis blandas, no os preocupéis que luego endurecen.

Sacadlas del horno y ponedlas a enfriar sobre una rejilla. Quedan de un bonito color dorado, como podéis ver en la foto.

Yo corté las porciones en caliente. Al estar la masa blanda se cortan mejor.

Ya me diréis si las probáis qué os han parecido.






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miércoles, 8 de octubre de 2014

El ébola y Excálibur

Es bastante increíble que después de haber ocurrido el primer contagio de ébola fuera de África y, precisamente haber ocurrido en España,  la mayor preocupación del día sea la suerte que va a correr el perro de la enferma,  de nombre Excálibur.

Este país es increíble y hay gente para todo. Mientras deberíamos exigir responsabilidades a las autoridades por el contagio, hay quien se dedica a plantarse delante de la casa de la auxiliar de enfermería contagiada para tratar de evitar que al perro se lo lleven los bomberos por orden del juez.

Estoy en contra del maltrato a los animales, pero en este caso lo tengo muy claro. Señores,  hay cosas más urgentes en este momento que salvar a un perro.

En primer lugar hay que saber qué ha fallado. No me basta con saber que la mujer se tocó la cara al quitarse el traje. ¿ Quien debería haber estado supervisando esa maniobra tan delicada como es desprenderse de algo contaminado ? Y si nadie lo supervisó, ¿ quién es responsable de que así fuera?

¿Nadie comprueba que se cumplen los protocolos?

Buscar responsables,  ver qué ha fallado para no repetir errores,  y finalmente ceses y dimisiones.

Que ya lo se, que aquí no dimite nadie. Soy una ilusa.

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martes, 7 de octubre de 2014

Pompeya


Este fin de semana he visto esta nueva película sobre Pompeya. No es que sea una gran película, pero  si te apetece ver gladiadores luchando, todos con tableta de chocolate, y muchos efectos especiales, seguro que te gustará.

El protagonista es John Nieve. Lleva el mismo peinado y pone la misma cara de cordero degollado que en Juego de Tronos. La chica de la película me parece algo sosa y el romance entre ambos protagonistas poco creíble. A mi entender sólo se salva Kiefer Sutherland, que es un malo malísimo de los de manual. 

La película me recuerda mucho a la serie Spartacus. Tiene una estética muy parecida en todo lo referente a los gladiadores. Es algo menos sangrienta que la serie, pero en la misma línea.

Aviso, a partir de aquí no leer si no queréis saber detalles de la película.

Parece que en cuanto a la erupción volcánica se han documentado bastante. Lo que no creo que sucediera y no me encaja demasiado es el maremoto. El tipo de erupción parece ser que si que fue más o menos como  muestra la película.

Los efectos especiales muy bonitos. Las explosiones del volcán preciosos fuegos artificiales. Lo más curioso es la persecución final, cuádriga contra caballo. La erupción se para o evoluciona según le conviene a la escena. Por ejemplo, mientras corren y se persiguen, todo se derrumba a su paso y las piedras no paran de caer del cielo. Cuando se paran, y hay una escena en la que pelean o el protagonista rescata a la chica, de pronto ya nada se derrumba, sólo caen cenizas como si nevara. Queda muy chulo pero es muy poco realista.

Otra cosa que me llamó la atención de la persecución es que de pronto no hay nadie en la calle. Antes de la persecución las calles están llenas de gente huyendo, no se puede ni avanzar del gentío. Sin embargo cuando pasa la cuadriga con el caballo detrás no hay ni una persona en todo el recorrido. ¿Dónde han ido todos de pronto? Debería haber mucha gente y también muchos muertos. Pues todos se han volatilizado, oiga.

En resumen, una película vistosa pero poco más. 

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viernes, 3 de octubre de 2014

Tarta de Oreo

Diréis que vaya racha llevo de publicar recetas de dulces y tenéis razón. Estoy muy contenta con mi descubrimiento de que se puede hacer cosas muy buenas y presentables en relativamente poco tiempo y con no muchos ingredientes.

He visto esta tarta en muchas webs, en muchos vídeos, pero como acostumbro, he cogido un poco de aquí, otro poco de allá, y al final la receta que he hecho ha sido con las cantidades y proporciones que a mi me ha apetecido.

Yo creo que no me ha quedado mal. ¿Qué opináis?




Esta es mi receta:

Para la base:

200 gr galletas oreo (pesadas sin la crema del relleno, sólo la galleta)
80 gr de mantequilla

Para la crema:

La crema de relleno de las galletas
500ml de nata líquida para montar
250 gr de queso de untar (tipo Philadelphia)
150 ml de leche
80 gr de azúcar 
2 sobres de gelatina neutra en polvo de 6 gr (o su equivalente según el fabricante que son 6 hojas de gelatina)

Para adornar:

4 galletas Oreo enteras y 4 parejas más sin la crema.

Preparación:

Trituramos las galletas, hemos reservando 8 galletas individuales o 4 parejas para el adorno. Derretimos la mantequilla en el microondas y mezclamos bien. Yo suelo hacer este trabajo con las manos. Cuidado que la mantequilla no esté muy caliente para que no os queméis. 

Poner la mezcla en la base de un molde, en este caso he usado uno de 23 cm de Lékué. Es un molde muy bueno para tartas frías. Es desmontable con los laterales de silicona. Tiene el plato de cerámica que puedes usar para servir el pastel. 

Apretar bien con una cuchara para que quede bien firme la base. Ponerla en la nevera para ue endurezca mientras preparamos la crema.

Ponemos en un caso al fuego la nata, el queso de untar, la crema de relleno de las galletas, el azúcar y 100 ml de leche. Removemos con unas varillas hasta que todo se deshaga y quede una crema bastante líquida. 
Deshacer la gelatina en los 50 ml de leche restantes y dejar reposar mientras nuestra mezcla se calienta y se deshace. Cuando esté bien caliente, echamos la gelatina, que se habrá quedado esponjosa. Seguimos removiendo hasta que se deshaga, pero teniendo cuidado de que no llegue a hervir.

Retirar del fuego y dejar templar un poco. Cuando ya no esté muy caliente, verter en el molde sobre la base de galletas. Dejar cuajar en la nevera al menos 4 horas. Mejor de un día para otro.

Cuando esté bien cuajada, triturar o rallar las galletas que hemos reservado y espolvorear por encima de la crema del pastel.

Podemos poner unas galletas enteras encima para adornar. Como veis en la foto, yo puse 4 galletas, pero aquí podéis echarle imaginación. Se puede rodear los laterales con galletas, o ponerle lo que vosotros queráis.





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