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martes, 17 de abril de 2012

Invernaderos para bebés

No os asustéis por el título, pero es lo que se me ocurre pensar cuando veo a las madres, abuelas o demás con sus bebés en sus carritos debajo de los plásticos.

Todos los carritos de bebés vienen con su correspondiente accesorio para proteger de la lluvia que no es otra cosa que un plástico transparente que se adapta al carrito para que el niño pueda ir cómodamente en su sitio sin mojarse.

Otra utilidad del plástico, a mi entender, es para los días de muchísimos frío o mucho viento, ya que con este accesorio se puede proteger al bebé de las inclemencias del tiempo.

 

Lo que no entiendo es para qué la gente lleva los niños metidos en el plástico en una apacible y soleada mañana de primavera. Hace tiempo que vengo observando este fenómeno, hay mucha gente que no saca a sus hijos de dentro del plástico prácticamente ni en verano. Para mi es incomprensible.

Me he acordado del tema esta mañana cuando me he cruzado con dos mamás con sus bebés “plastificados”. Hacía buena mañana, hacía un sol espléndido y eran las doce del mediodía, que ya empezaba a calentarse el día. Mi hijo iba cómodamente en el carrito tapado con una mantita. No creo que necesite más: bien abrigadito, con una chaqueta calentita y encima una manta.

Llamadme rara, pero yo sólo uso el plástico para la lluvia o el frío intenso. Aquí en Barcelona no hace mucho frío, por lo que lo del frío intenso sólo lo dejo para cuando voy al pueblo que ahí sí que hace frío.

 

Enfin, quizá, como digo, la rara debo ser yo y lo normal son los invernaderos para bebés que circulan todos los días por la calle.

 

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