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jueves, 4 de septiembre de 2014

Mascarillas caseras para el acné

Estoy probando tres mascarillas caseras como ayuda en mi rutina anti acné. Todas muy sencillas de preparar y económicas.

Mi favorita es esta:

Hago una mascarilla con azúcar moreno, media cucharada de aceite de oliva, una cucharada de miel y un chorrito de zumo de limón. La aplico como un exfoliante, haciendo círculos y la dejo actuar de 5 a 10 minutos. Retiro con abundante agua. Suelo hacerlo en la ducha porque pringa bastante. Me pongo la mascarilla y me meto en la ducha. La dejo actuar mientras me ducho y me la aclaro allí mismo en la ducha.

Me va genial, al día siguiente tengo la piel muy bien, los granos menos hinchados y si había alguno a punto de salir ya no sale. La estoy usando dos veces por semana.

Otra mascarilla que he probado es la de aspirina. Pongo dos aspirinas en un poco de agua y echo un par de chorritos de miel. La aplico igual que la otra, pero esta vez con ayuda de un algodón. Dejo secar al menos 10 minutos. Luego retiro con agua haciendo círculos sobre la piel. Esta sí que se seca y deja de pringar, por lo que me la puedo poner sin estar en la ducha. La estoy usando una vez por semana, siempre en días alternos con las otras mascarillas,

La tercera mascarilla es de miel y canela. La aplico igual que las anteriores, esta también en la ducha por el "pringue". La retiro haciendo círculos y con agua templada, favoreciendo a la vez una exfoliación. Esta también la uso un par de veces por semana, alternando con las otras mascarillas.

Ahora voy a hablaros un poco de los ingredientes.Veréis que la miel esta presente en todas ellas. La miel es un buen ingrediente para las pieles con tendencia acneica. Tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, además de ser un buen hidratante.

El limón sirve para blanquear la piel y es efectivo para eliminar manchas y marcas del acné. Se ha de tener cuidado si se aplica por la mañana ya que con el sol puede manchar la piel. Majos usarla por la noche ,o en su defecto, utilizar un buen protector solar. El limón puede resecar la piel por eso lo uso en combinación con aceite de oliva y miel, que contrarrestan el efecto.

El aceite de oliva parece contradictorio usarlo para el acné, pero nuevamente al estar combinado con el limón, hace que no engrase la piel. Es un excelente hidratante. En realidad lo bueno es la combinación de miel y limón. A mi piel le va perfecta esta mezcla.

El azúcar moreno ejerce una exfoliación suave. Sus cristales no rascan la piel y además exfolia sin resecar.

La canela tiene propiedades antiinflamatorias, por lo que ayuda a reducir los granos. También hace una suave exfoliación con las pequeñas partículas de las que se compone el polvo de canela.

Normalmente hago las mezclas en el momento o unos minutos antes, dejándola en la nevera para que me refresque la piel al aplicarla. La primera mascarilla, la que lleva limón, he probado a conservarla refrigerada un par de veces que me ha sobrado y me ha funcionado bien. Lo que hice fue añadirle un poco más de limón recién exprimido al momento de ir a utilizarla por si había perdido sus propiedades.


Después de las mascarillas aplico el tónico  astringente de La Roche Posay, la crema Effaclar Dúo en las zonas conflictivas y mi hidratante en el resto del rostro. No me olvido de mi contorno de ojos, que  esto de mezclar acné y arrugas es una faena.


Os contaré si consigo acabar con los granos. De momento estas mascarillas me están ayudando mucho. En especial he notado mucha diferencia a la mañana siguiente después de usar la primera mascarilla, por eso es mi favorita.




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