Primer día de playa de la temporada
Con los calores que se preveían para este fin de semana, hicimos lo que hizo la mayoría: coger todo lo necesario y marcharnos a disfrutar de un buen día de playa en familia.
Es increíble el efecto llamada que producen las predicciones meteorologicas. Salimos por la mañana esperando encontrar la playa con poquita gente y tener sitio para elegir. Ya vimos que la carretera estaba llena de coches, por lo que ya pensamos que iba a haber mucha gente. Así fue, el aparcamiento lleno. Tuvimos que aparcar en una zona que está prohibido, pero en la que todo el mundo aparca cuando está lleno.
Al llegar a la arena, todo lleno de gente. Además han arreglado el chiringuito de la zona donde solemos colocarnos y habían puesto un montón de hamacas, con lo que había menos sitio para la gente que viene con su sombrilla de casa.
El mar se había comido parte de la arena, con lo que el trozo de arena disponible era aún más estrecho y menos sitio disponible.
Finalmente encontramos un hueco lo bastante grande para ponernos los tres con todos los trastos.
El nene disfrutó muchísimo. Al principio tenía miedo porque al pisar la arena debió pensar: “¿Qué es esto tan raro que no me deja caminar bien? Si es que me voy a caer…” Iba con un miedo el pobre que lo tuve que coger en brazos hasta llegar al sitio elegido.
Después, una vez instalados, se apoyó en la arena con las manos y se le quedó pegada en ellas. Se puso a llorar asustado, no sabía que era aquella cosa que tenía en las manos. Le enseñé a sacudirla y ya se quedó tranquilo.
Después ya sacamos su cubo, su rastrillo, su pala y todo lo demás para que jugara. Estrenaba todo el equipo. ¡Mala idea! Por mucho que intentamos enseñarle que la arena la tenía que coger con la pala y echarla en el cubo, lo único que hacía era tirarla para arriba por encima de nuestras cabezas y nuestras cosas como una lluvia. Eso sí, a él le parecía muy divertido.
Le llenamos con un poco de agua una piscina hinchable y la dejamos calentar al sol para que más tarde se pudiera bañar. Así lo hicimos. Le gustó tanto que luego no quería salir.
El mar estaba muy frío. Yo me bañé hasta tres veces pero fue entrar y salir porque estaba demasiado fría el agua para mí.
Después de los baños y los juegos, comimos tranquilamente una rica ensaladilla que había preparado mi marido y que teníamos fresquita en la nevera. El nene comió lo mismo pero sin mayonesa ni atún. No comió mucho, pero luego cuando comimos nosotros nos pedía, así que algo más comió de nuestras fiambreras.
Lo pasamos muy bien, sobre todo el peque.
Lo único malo ha sido que no me extendí bien la crema y tengo una pequeña zona cerca de la axila izquierda en la que me ha dado el sol más de la cuenta y me escuece un poquitín. Bueno, gajes del oficio. Yo que soy siempre la que anda con el bote de crema persiguiendo a mi marido y al niño, y al final me he quemado yo.
Es increíble el efecto llamada que producen las predicciones meteorologicas. Salimos por la mañana esperando encontrar la playa con poquita gente y tener sitio para elegir. Ya vimos que la carretera estaba llena de coches, por lo que ya pensamos que iba a haber mucha gente. Así fue, el aparcamiento lleno. Tuvimos que aparcar en una zona que está prohibido, pero en la que todo el mundo aparca cuando está lleno.
Al llegar a la arena, todo lleno de gente. Además han arreglado el chiringuito de la zona donde solemos colocarnos y habían puesto un montón de hamacas, con lo que había menos sitio para la gente que viene con su sombrilla de casa.
El mar se había comido parte de la arena, con lo que el trozo de arena disponible era aún más estrecho y menos sitio disponible.
Finalmente encontramos un hueco lo bastante grande para ponernos los tres con todos los trastos.
El nene disfrutó muchísimo. Al principio tenía miedo porque al pisar la arena debió pensar: “¿Qué es esto tan raro que no me deja caminar bien? Si es que me voy a caer…” Iba con un miedo el pobre que lo tuve que coger en brazos hasta llegar al sitio elegido.
Después, una vez instalados, se apoyó en la arena con las manos y se le quedó pegada en ellas. Se puso a llorar asustado, no sabía que era aquella cosa que tenía en las manos. Le enseñé a sacudirla y ya se quedó tranquilo.
Después ya sacamos su cubo, su rastrillo, su pala y todo lo demás para que jugara. Estrenaba todo el equipo. ¡Mala idea! Por mucho que intentamos enseñarle que la arena la tenía que coger con la pala y echarla en el cubo, lo único que hacía era tirarla para arriba por encima de nuestras cabezas y nuestras cosas como una lluvia. Eso sí, a él le parecía muy divertido.
Le llenamos con un poco de agua una piscina hinchable y la dejamos calentar al sol para que más tarde se pudiera bañar. Así lo hicimos. Le gustó tanto que luego no quería salir.
El mar estaba muy frío. Yo me bañé hasta tres veces pero fue entrar y salir porque estaba demasiado fría el agua para mí.
Después de los baños y los juegos, comimos tranquilamente una rica ensaladilla que había preparado mi marido y que teníamos fresquita en la nevera. El nene comió lo mismo pero sin mayonesa ni atún. No comió mucho, pero luego cuando comimos nosotros nos pedía, así que algo más comió de nuestras fiambreras.
Lo pasamos muy bien, sobre todo el peque.
Lo único malo ha sido que no me extendí bien la crema y tengo una pequeña zona cerca de la axila izquierda en la que me ha dado el sol más de la cuenta y me escuece un poquitín. Bueno, gajes del oficio. Yo que soy siempre la que anda con el bote de crema persiguiendo a mi marido y al niño, y al final me he quemado yo.
Etiquetas: Personal: Mis cosas, Personal: Ya está aquí mi peque
4 Comments:
Buen lunes tengan ustedes!!
Nosotros tuvimos sesión de piscina en casa de unos amigos.
Al enano este año parece que no le hace tanta gracia el agua como el año pasado, aunque puede que también influyera que el agua está aún un poco fría.
A la playa aún no lo hemos llevado, no sé como reaccionará, ya veremos.
¡Buenos días!
Hoy no hay entrada, tengo mucho lío.
Muchos besos
jajjaaj , vaya día !!
Jops ...es que el peke debía flipar ...me encantaría que mi madre me contara que tal mi primer día de playa... creo que hoy le voy a preguntar.
Jops...pues aquí en Madrid hace un calor de muerte...pero de muerte de verdad , hace humedad ( cosa rara aquí ...) y es insoportable. Suerte que en dos findes me subo a mi Costa Brava , a la playita con mi familia ...que ganas tengo...
Hola eli,
En realidad no era el primer día porque el año pasado ya estuvo en la playa... pero era muy peque y no jugaba todavía con la arena. Estaba sentadito en el portabebés y nada más.
Así que se puede considerar como el primer día de playa, al menos ha sido el primer día que se ha bañado y ha disfrutado jugando con la arena.
¡¡más monooooooo!!
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