Google

martes, 16 de octubre de 2012

Tiranos

Cuando trabajas en una empresa de servicios, del tipo que sea, prima aquello de "el cliente siempre tiene razón". Por desgracia, en ocasiones, cuando no la tiene, no hay quien lo ponga en su sitio y le haga ver que las cosas no son así. Esto provoca que algunos clientes se aprovechen de su posición de fuerza y ejerzan la tiranía sobre los empleados externos o subcontratados.

Eso ocurría en mi anterior proyecto. Cliente tirano, que decía si o no a las cosas de manera completamente arbitraria. Eso provocó que en mi caso no tuviera ni la oportunidad de reciclarme o hacer ningún tipo de curso durante el tiempo que duró mi estancia en el proyecto. Fueron varios años de sequía formativa.

El gerente o jefe de proyecto no debería permitir este tipo de situaciones, pero el caso es que siempre consintieron y no hicieron nada al respecto. El cliente continuó ejerciendo su tiranía con todos nosotros. Si se le antojaba no hacíamos un puente o no podíamos coger un día de fiesta porque no le parecía bien, pero sin ninguna razón. No asistíamos ni a las formaciones internas del propio cliente relacionadas con nuevas herramientas que se implantaban en el propio proyecto. Debíamos estar siempre disponibles al lado del teléfono por si nos necesitaba.

Por otra parte, en el momento que hubo una reestructuración y parte del trabajo paso a realizarlo otro departamento, aprovechó mi baja maternal para prescindir de mi. Ya veis que tan imprescindible no era como para no poder faltar un par de tardes para hacer un curso. Cuando le interesó bien prescindió de mi, del mismo modo que lo hará con cualquiera de mis compañeros cuando se le antoje.

El nuevo proyecto no es Jauja, no creáis, pero al menos no me tiranizan de ese modo. En dos meses y medio ya he hecho dos cursos. Me sorprende que me dejen hacerlos, acostumbrada como estaba a la anterior situación.

Hoy he anunciado que me voy a examinar de la teórica, y que faltaré unas horas el día del examen. Iba con miedo, acostumbrada a oír improperios cada vez que faltaba al trabajo por causa justificada. Ningún problema, todo tan normal. Si tengo que faltar, no pasa nada.

Me doy cuenta ahora del estrés al que estaba sometida. Hacia que algo tan normal como ir al medico o pedir un día de fiesta se convirtiera en un calvario.

Compadezco a los compañeros que han quedado allí bajo el diominio de la tiranía. Lo siento por ellos porque son gente a la que aprecio desde hace años.

Ahora visto desde fuera y desde lejos, creo que la situación vivida podría incluso denominarse acoso.

¿Os habéis encontrado alguna vez en esa situación? Espero vuestros comentarios.

Etiquetas: