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jueves, 27 de septiembre de 2012

¿Para qué sirve el carril bici?

Una cosa es la teoría y otra la práctica. Llevo días comprobando que el carril bici sirve para que los ciclistas se crean con derecho a circular por todas partes excepto por el carril bici.

Paso a diario por una gran avenida con un fantástico y largo carril bici. Tiene dos sentidos, cada uno va por un lado de la calle semi-integrado en la acera o en el carril lateral. Es de los mejores que he visto. Es amplio, está bien señalizado y pienso que su presencia permitiría circular cómodamente tanto a peatones como ciclistas de manera independiente y sin peligro para nadie.

Todo perfecto si no fuera porque con mi condición de peatón me paso el tiempo esquivando bicis que circulan por la acera en cualquier sentido. Les da igual que el carril bici esté a dos metros a la izquierda del lugar por el que circulan. También les es indiferente si el sentido es de subida o de bajada, todo vale.

En varias ocasiones me he llevado algún susto. Ayer, sin ir más lejos, casi me atropella una bici. Yo iba tranquilamente por la cera y vino cruzándose por delante de mi a toda velocidad.

Visto esto, yo me pregunto ¿para qué entonces el carril bici si el 80% de los ciclistas circulan por fuera de sus límites?

Somos incívicos por naturaleza, está claro.

Me recuerda el caso de los pipí-can. Se supone que son para que los perros hagan sus "cosas", pero los excrementos se han de recoger. Para ello hay bolsas disponibles y papeleras. Sin embargo es imposible pasar cerca de un pipí-can por el olor asqueroso de los excrementos acumulados sin recoger en el suelo. Una cosa es la teoría y otra la práctica, como ya he dicho.

¿Cómo se arregla esto? Pues señores, no tiene arreglo. Sólo queda poner multas para ver si alguno escarmienta. Parece que a la gente lo único que le duele es que le toquen el bolsillo.